jueves, 31 de enero de 2013

Luz de las Ciudades.


Tener una relación con el paisaje es algo que se olvida en Buenos Aires, estás siempre rodeado, embutido en concreto, el primer plano ocupa todo y el Horizonte en esas maravillosas excepciones se hace presente. Es esa planicie la que hace que se te olvide que el hombre no es todo, te ves dentro de un entorno puramente social y la naturaleza no es más que otro factor ordenado.
Bajo Belgrano, Buenos Aires, Argentina. 9 pm. Otoño.
Caracas tiene la particularidad de tener siempre presente la naturaleza, aquí se presenta salvaje y agresiva,la tragedia natural siempre presente.
También cuando está quieta deja que se admire, miras el Ávila y con esas formas caprichosas que tienen su propia lógica piensas en el entorno social como lo más pequeño y sujeto a cambios que existe.

Las Palmas, Caracas, Venezuela. 7 pm.
El paisaje urbano tiene su incidencia en el ciudadano. Es la montaña y el cielo, bello porque no puede sino estar ahí, irregular, sin lógica, no tienes que abstraerte para comprender. 

Ciudad Universitaria UCV, Caracas, Venezuela. Carlos Raúl Villanueva.
El paisaje y Caracas mantienen, como solo ellos saben una contradictoria e innegable relación. Nadie puede negar la montaña, es tan suya como la ciudad. Desde cualquier lugar puedes sentirte pequeño y lleno de cualquier otra cosa que no sea la razón.


Así como buscamos una excusa para mirar el río en FADU, creo que estos estudiantes lo único que pueden desear es salir a mirar el arte de su pabellón, el cielo, la montaña, ¿cuán amable puede ser una casa de estudios?. 
FADU, Ciudad Universitaria UBA, Buenos Aires, Argentina.

Claro, que saber donde estoy parado en esta ciudad importa, pero el perderme con facilidad y encontrarme con el mejor accidente geográfico (que no es tal, es paisaje.) me hace el día mejor y la neurosis urbana cede, y se pierde, nos perdimos.

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