domingo, 14 de septiembre de 2014

Alguma coisa acontece no meu coração


Alguma coisa acontece no meu coração
Que só quando cruza a Ipiranga e a avenida São João.

Un poquito en broma y bastante en serio, tomo a Veloso en su visita a Sampa para reflexionar sobre ésta -mi visita- a Buenos Aires y sobre los límites de la ciudad.

El continuo urbano es la ciudad en el mapa, una ciudad en el mapa es un espacio igual entre sus partes, entiéndase sus partes tienen cosas que son equivalentes entre sí, que delimitan lo exterior.  Aunque si algo tiene de verdad el mapa es el reconocer las delimitaciones barriales, el mapa es una idealización del territorio, que no es tan continuo porque se ve truncado, de formas físicas y simbólicas.

Es público y notorio que, en San Juan y Entre Ríos, algo está pasando. Ahí arrimadito a la Av San Juan nos cae la sombra y suben los decibeles, toneladas de libertad en movimiento se desplazan por encima y todo, todo se desvanece en el aire, este “mojon” demarca uno de esos interiores de la ciudad,  que con esa antesala no deja lugar para imaginarse nada más que un sur salvaje.

É que quando eu cheguei por aqui eu nada entendi.

Después de la autopista se acaba el mundo o solo existe una (¡) manada (!) de gente sacada, esta sentencia es parte del conjunto de imágenes de un “gilito de barrio norte”. Al cruzar un límite se vale  no comprender del todo la situación.  A Veloso le sucedió, no por gil, sino a causa de su condición de bahiano, pero recomienda explorar el límite,  porque:
Quando eu te encarei frente a frente não vi o meu rosto

Chamei de mau gosto o que vi, de mau gosto, mau gosto
É que Narciso acha feio o que não é espelho
E à mente apavora o que ainda não é mesmo velho
Nada do que não era antes quando não somos Mutantes



domingo, 24 de agosto de 2014

jueves, 3 de julio de 2014

Hoy salí a la calle


Hoy salí a la calle para desayunarme, entre otras cosas, un aumento del colectivo ( amenizado por la selección, sí, sí, sigan disfrutando, no se preocupen, es tan solo un pesito más). Sigo con la calle, el paseo -bajo el influjo de mitologías- se propuso como un reconocimiento del imaginario de los que conforman la opinión pública.

Los mitos, entonces, están que arden de actualidad, Messi, Tévez, Sabella, Griesa, Stravaganza, YPF, Boudou. Cosas que atraviesan el acontecer nacional. Una característica del mito para Barthes es que éste es un habla despolitizada, un habla eterna, algo siempre actual  porque no tiene pasado, ni futuro, es un siempre presente que se presenta como natural y fuera del “conjunto de relaciones humanas en su poder de construcción del mundo”.

El mito explica y es funcional a algo (a la sociedad pequeño burguesa, en este caso, que se siente tranquilizada por estas certezas o también podríamos pensar en hipótesis del control)  la explicación mitológica es de comprobación, es presentada –la explicación- como un postulado, que descansa sobre el sentido común, sobre esta condición no los podemos discutir discursivamente.

“Orgullosos del Producto de Nuestro Suelo.”


Es un muy buen ejemplo de un mito, con extra de ambigüedad. Orgullosos ¿Quiénes? Nuestro ¿De quién?  Producto ¿Cuál?. Orgullosos estamos todos, que por el target ese todos es todo Argentino, no se admite en esta oración a ningún desertor. Nuestro es de todos, otra vez mismo target, y no se admite que no quieras esoProducto, es: ¿Messi, la AFA, la selección, YPF? En tal caso producto es todo, porque es producto de nuestro suelo, así no se puede dudar entonces de que Messi (que es muchas cosas, y muchas en serio) es el arquetipo de lo Argentino y no se pone en crisis.

En este postulado el plural es enfático, y “exageradamente banal”, instala un “sentimiento eufórico de multitudes subyugadas”,  estos plurales quieren ser homogéneos, declaman que las disimilitudes del target no existen.

“Polenta para alentar todos  juntos / Polenta para cuando necesitás  polenta”


Caso distinto el arquetipo de lo Argentino que vende la polenta Presto Pronta, o de la Polenta que vende Tévez, que es sinónimo de lo Argentino para otra clase. A Tévez se lo puede ver comiendo polenta, hay un imaginario de clase asociado al personaje y al producto.
Otra vez los que alientan son todos y están juntos otra generalización construye mitos. Esta vez no se andan con rodeos y nos dejan saber que la necesitamos  -la polenta- .

El mito, no debemos olvidar, nos  vende algo que construye como natural. Pero en una cuadra de la zona sur de la ciudad, la contradicción aparece para enfrentar aquellas dos naturalizaciones citadas, Entre Ríos y Brasil, ahí la ciudad parece contar “todos somos argentinos, pero habemos unos más argentinos que otros”.

Que se vayan todos, el revival.


El grito del 2001, tiene sus resonancias, y el mito se actualiza. Las oraciones se van desgastando y a este mito hay que revigorizarlo, se encadena entonces con la actualidad.

Cierto sector trata de explicar los fondos  Buitre desde otro plural, el todos es el enemigo, el plural separa en “unidades de talla despreciable” al target. Pero este tiene varios targets, los “que se tienen que ir” y los “que nos quedamos”, así se resuelven las cosas en la jungla del mito, se suspenden las negociaciones.   




dejo más mitos.


Rincón Porteño









sábado, 26 de abril de 2014

Una baranda a marx




La acumulación, lo simultáneo, lo yuxtapuesto.

"La sociedad no se conserva a pesar de su antagonismo, sino gracias a él; el interés de lucro y con él las relaciones de clase son el motor objetivo del proceso productivo de que cuelga la vida de todos y cuyo primado está orientado a la muerte de todos". En la voz de Theodor Adorno.



miércoles, 2 de abril de 2014

Otro General










Un superbloque es lo mejor,
para poder vivir
no vengas a decir que hay algo superior.


Simón Díaz


El refranero popular, que es acervo y voz de nuestro sentir más hondo y corbusierano en la cita. Simón Díaz vivió Venezuela cómo la vivieron muchos y la hizo pública para que la entendiésemos, con una vida que comienza en el llano y se desplaza a la ciudad, con el televisor a color y las muchachas de Barinas, vivió esos años del mito progreso.


Saskia Sassen en su libro Una sociología de la globalización cuenta, entre otras cosas, cómo la generación de normas internacionales tales como los derechos humanos, o los tratados, son un mecanismo desde el cual instituciones globales se insertan en mercados nacionales.
Estas normas, son discutidas en organismos internacionales y reciben el apoyo, consentimiento y celebración de parte de la población occidental, que ve en esto un ideal del cual se encuentran cada vez más cerca, una meta de la población civilizada.



La globalización es el nuevo nombre del progreso, es una homogeneización de las particularidades a un patrón que suele verse cómo superior, implícito está el anhelo de los particulares por formar parte de ese sueño.


En 1953 el General Marcos Evangelista Pérez Jimenez después de unas cuantas polémicas se hace con el poder de la República. Estuvo sentado en el coroto desde entonces y hasta 1958, con un sin fin de cintas cortadas y geofagia generó un imaginario de una Venezuela próspera.


El General era lo que nos haría hombres del futuro, cómo los americanos, en ese corto período que los arquitectos de ahora miran con nostalgia, había trabajo para todos, un estado que se modernizaba debía exhibirse moderno, institucional y funcional, los ciudadanos debían disponer de los dispositivos del progreso.

Ya se escucha, muchas veces que en Latinoamerica hay todo por hacer, que es una tierra basta y desorganizada, que esas son sus ventajas, una cosa que me suena y suena a 1600.

¿Que implica ese todo por hacer? Esto quizá es muy Galeano, pero al parecer sufrimos todos de un síndrome de estocolmo disfrazado de esnobismo.  


*prestad atención, entre muchas cosas, al bombardeo del minuto 4 con el catalogo obrístico.




miércoles, 12 de marzo de 2014


     Puesto que el hombre y la novela son isomorfos, todo lo normal sería que ésta pudiera contener todo lo que tiene que ver con aquél. Por ejemplo, nos equivocamos al imaginar que los seres humanos llevan una vida pura y simplemente material. De manera, digamos, paralela a su vida, no dejan de hacerse preguntas que habría que calificar - a falta de mejor término - de filosóficas. He observado esta característica en todas las clases sociales, de las más humildes a las más altas. Ni el dolor físico, ni la enfermedad, ni el hambre son capaces de acallar completamente esa interrogación existencial. Es un fenómeno que siempre me ha inquietado, más aún por lo mal que lo conocemos; contrasta vivamente con el realismo cínico que está de moda desde algunos siglos a la hora de hablar de la humanidad.

      Por lo tanto, las reflexiones teóricas me parecen un material narrativo tan bueno como cualquier otro, y mejor que muchos. Lo mismo que las discusiones, las entrevistas, los debates... Y más evidente todavía con la critica literaria, artística o musical. En el fondo, todo debería poder transformarse en un libro único, que uno escribiría hasta poco antes de su muerte; esa manera de vivir me parece razonable, feliz y quizá hasta posible de llevar más o menos a la práctica. En realidad, lo único que me parece muy difícil de integrar en una novela es la poesía. No digo que sea imposible, digo que me parece muy difícil. Por un lado está la poesía, por otro la vida; entre ambas hay semejanzas, sin más...




Michel Houellebecq, Intervenciones.



















sábado, 8 de marzo de 2014

el dulce ronroneo de un 6


















No tengo pájaros que canten en la ventana, ni un montón de palomas omnivoras, lo que tengo en la mañana es el dulce ronroneo de un 6 que hace temblar ventanas, unos cuantos taxistas con bocinas tildadas y gente (que vista desde arriba tiene un estricto funcionamiento) pero ¡abajo es la jungla! nadie se quiere tropezar con nadie, así que bailamos.


Vivir en Microcentro tiene su cosa, además de un buen número de entretenimientos, pocos supermercados, pocas panaderías, edificios geniales, las pizzerías, la vida urbana, los edificios públicos con cornisas amigables, mis vecinos los indigentes, el trapito, la niña consentida del gobierno de la ciudad, y siga usted...

Lo elegí porque era barato, y ya había espantado aquel "en barrio deprimido, el delito es seguro" sí, sí, delito hay, pero deprimido ¡no es!. La gran gran densidad del día, que como cosa curiosa, produce una "dictadura del peatón" no hay vehículo que nos abuse, aquí mandamos los de a pie, la masa crítica de peatones hace explicito que la peatonal no es una medida caritativa del gobierno, es una cosa que pasa, somos todos caminando y haciendo que la calle sea para eso, las veredas son pequeñas y la gente se tropieza y cae.

Este es mi barrio centro - satélite, de día todos vienen, en la noche todos se van, la calle se queda sola para que salgamos a mirar, el fin de semana se vuelve !Vicente López! pero a la inversa, tengo el río cerca y el parque, y tengo cualquier ciudad del mundo en Puerto Madero.

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Lo que te quería contar iba sobre Sánchez, Lagos y de la Torre, mis modernos favoritos. En Microcentro tienen lo suyo, unos cuantos edificios públicos ocupando manzanas atípicas de la ciudad, edificios que se merecen todo un día para admirar.






Tienen esa cosa racionalista (que no se lleva ningún reproche con ellos) que no te aburre,  que te atrapa, con cuatro o cinco elementos que van variando hacen esas, tan lindas fachadas con ritmo, se hunden, salen y suben. Como si de un desliz al movimiento sin estilo se tratase, estos edificios son para Buenos Aires.

¡A ver que tienen en sus barrios lindos!






domingo, 2 de marzo de 2014

como un objeto no identificado


"Porque no puedo apartarme de la objetividad que me aplasta.
 Ni de la subjetividad que me exilia."
Jean luc Godard


Lo exterior es la pesadilla, los ideales son amalgamas en la contradicción del poder, ya no quiero más patria, lo pervertiste, jodiste el lenguaje, tu épica no comporta una ética. Lo exterior me apartó de lo que era limpio, limpio y grande, me apartó de la idea de un lugar común donde pudiésemos mirarnos.

Tengo miedo de los demonios del ´70 en adelante, tengo miedo que sigan despiertos, están vivos todavía y me encuentran, con otro cuento, en la esquina otra vez.

Directo de las cloacas, gente que se arrastra y sabe bailar, gente que sabe de autopistas.

Y nunca pude comprender cómo se hace para sumar individuos, porque no parece haber concilio entre subjetividades. Porque te respeto y no quiero imponerme, porque no tienes problema en pisotearme, ya la levedad poética, la no acción, la admiración de tus procesos entrópicos, dejaron de ser bellos, para ahora más que nunca entristecerme, no quiero bailar sobre tus ruinas, me llenas de asco, me doy asco, no soy más yo.

Un hombre me culpa, jóvenes que quieren sangre, Caparrós se lava las manos y no quiere nada con nadie, el fusil, la democracia, el reloj, el dólar paralelo, la imposibilidad que crece a la par, que va más rápido que el tiempo, todo me excede.

sábado, 22 de febrero de 2014




¿Qué pasará cuando el polímero se venza?
¿cuándo no haya puente para esta brecha?
¿cuándo no tengamos zapatos?
¿cuándo las mentiras caduquen?
¿cuándo se acabe el ellos y quedemos nosotros?
cuando todo se caiga.



sábado, 15 de febrero de 2014

La espiral


La mayoría de la gente se enferma por no saber decir lo que ve o lo que piensa. Dicen que no hay nada más difícil que definir con palabras una espiral: es preciso, dicen, hacer en el aire, con la mano, sin literatura, el gesto, ascendentemente enrollado en orden con que esa figura abstracta de los muelles o de ciertas escaleras se manifiesta a los ojos. Pero, siempre que nos acordemos de que decir es renovar, definiremos sin dificultad una espiral: es un círculo que sube sin conseguir cerrarse nunca.


La mayoría de la gente, lo sé bien, no osaría definir así porque supone que definir es decir lo que los demás quieren que se diga, y no lo que es preciso decir para definir. Lo diré mejor: una espiral es un círculo virtual que se desdobla subiendo sin realizarse nunca. Pero no, la definición es todavía abstracta. Buscaré lo concreto, y todo será visto: una espiral es una serpiente sin serpiente enroscada verticalmente en ninguna cosa.


Toda la literatura consiste en un esfuerzo por tornar real a la vida. Como todos saben, la vida es absolutamente irreal en su realidad directa: los campos, las ciudades, las ideas, son cosas absolutamente ficticias, hijas de nuestra compleja sensación de nosotros mismos. Son intransmisibles todas las impresiones, salvo si las convertimos en literarias. Los niños son muy literarios porque dicen como sienten y no como debe sentir quien siente según otra persona. Un niño, al que una vez oí, dijo queriendo decir que estaba al borde del llanto, no “tengo ganas de llorar”, que es lo que diría un adulto, es decir, un estúpido, sino esto: “Tengo ganas de lágrimas”. Y esta frase, absolutamente literaria, hasta el punto de que resultaría afectada en un poeta célebre, si él la pudiese decir, alude decididamente a la presencia caliente de las lágrimas rompiendo en los párpados, conscientes de la amargura líquida. “¡Tengo ganas de lágrimas¡” Aquel niño pequeño definió bien su espiral.

¡Decir¡ ¡Saber decir¡ ¡Saber existir por medio de la voz escrita y la imagen intelectual! Todo esto es cuanto la vida vale: lo demás es hombres y mujeres, amores supuestos y vanidades falsas, subterfugios de la digestión y del olvido, gentes que se agitan, como bichos cuando se levanta una piedra, bajo el gran pedrusco abstracto del cielo azul sin sentido.


FERNANDO PESSOA

domingo, 2 de febrero de 2014

Domingo.Confuso, contradictorio. Llega uno al Mamba, verde, organismo vivo, nuevo rumbo, nueva etapa y comienza la inmersión en el arte contemporáneo (que se anuncia moderno). Uno se confunde frente a las obras, que no se sabe qué hacer, otros se ríen y posan, las de abajo divierten, las del primer piso me asustan, me asustan y luego me gustan, son darks. La de al lado está en piedra y es citable "lógica baobab" eso sí es un domingo.

Citar es un "sencillo e irreversible acto". Subo al segundo por la escalera, que está buenísima, y otra vez el arte contemporáneo, tres televisores y muchos prismas, blancos, negros y rojos. Unos en los cuales no se apoya nada y otros, tan grandes y fuertes, soportan notas. La que sigue es una paráfrasis de una de ellas:

Querida Zoe:

Recién llego a Buenos Aires desde Córdoba.... 
.... algo preocupado por la situación económica,...
pero optimista
porque Horangel dice que este año va
a ser un JIT económico...

Con mucho cariño, ......

Y salgo de ahí, eso sí es arte.